TÉCNICAS PARA LA APLICACIÓN DE LA SEGURIDAD SOCIAL A LA POBLACIÓN RURAL

 

La VII Conferencia Interamericana de Seguridad Social, celebrada en Asunción, Paraguay, del 31 de mayo al 7 de junio de 1964, habiendo conocido el Informe relativo al tema de referencia, adopta la siguiente Resolución:

 

1º. Que la seguridad social forme parte de los programas generales de desarrollo económico y social y, en especial, de aquellos encaminados a mejorar las condiciones de vida de la población rural y a elevar los niveles de productividad en el campo, fortaleciendo el bajo poder adquisitivo de dicha población.

 

A este efecto, es recomendable que las instituciones que tienen a su cargo la aplicación de la seguridad social intervengan en la ejecución de los planes de desarrollo, sean éstas nacionales o regionales, aprovechando en debida coordinación los mecanismos institucionales de crédito; organismos adquirentes de productos agropecuarios, así como establecimientos industriales; cooperativas; agrupaciones de productos sean de empleadores o trabajadores; seguros agrícolas y otras entidades con funciones similares.

 

2º. En lo que se refiere a las técnicas para la extensión de la seguridad social al sector rural, no hay fórmulas ni soluciones uniformes para grupos de países; es más, se considera que aun en un solo país pueden ser necesarias distintas fórmulas y soluciones, en razón de factores tales como las condiciones geográficas, demográficas y sociales en general, el régimen de tenencia de la tierra; los sistemas de producción; los recursos naturales; los medios de comunicación; las facilidades humanas, e institucionales, los niveles culturales; las relaciones laborales; los recursos financieros, y los grados de desarrollo.

 

3º. No obstante que el objetivo de nuestros países es el desarrollo equilibrado de los diversos sectores que configuran su economía, se observa un marcado y persistente desequilibrio entre los conglomerados urbanos y rurales en casi todos los países del continente. Expresión de este desequilibrio son las bajas condiciones sociales y económicas que privan en el campo y que dan origen a graves fenómenos como el éxodo rural, la disparidad de desarrollo según regiones y el mantenimiento de un alto nivel de subempleo.

 

Para corregir este desequilibrio se requiere, con urgencia, de un esfuerzo sistemático de toda la colectividad, que evite o supere puntos de estrangulamiento que pongan en peligro el mismo desarrollo económico.

 

Esto implica la formulación y ejecución de amplios programas sociales en los cuales debe jugar papel preponderante la realización total o parcial de la seguridad social.

 

4º. Las condiciones señaladas y las experiencias adquiridas indican y prueban la imposibilidad de que el sector rural financie su propia seguridad social sin el concurso de toda la colectividad.

 

Por lo tanto, es indispensable que las regiones y sectores más prósperos realicen un esfuerzo para ayudar a financiar la extensión de la seguridad social a las áreas rurales y en especial a las más deprimidas o económicamente débiles.

 

5º. Para facilitar la consecución de estos objetivos se recomienda la creación de un grupo de trabajo en el Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social, tendiente al estudio e investigación permanentes de técnicas concretas de aplicación de la seguridad social a la población rural, a este fin el Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social solicitará a los Gobiernos e instituciones de seguridad social la información que requiera para sus estudios y, en caso necesario, podrá sugerir las series estadísticas que le sean indispensables a efectos del mejor desempeño de su cometido.




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