APOYOS ADMINISTRATIVOS A PROGRAMAS DE SEGURIDAD SOCIAL 

– Considerando que las Instituciones de Seguridad Social, como organizaciones sólidas y permanentes que deben ser, necesitan fortalecer sus estructuras para que respondan a las necesidades crecientes de la sociedad. 

-Reconociendo que, si bien los programas de prestaciones médicas y económicas reclaman en relevante significado, el desarrollo administrativo debe corresponder en calidad y cantidad a las expectativas que ellos generan. 

– Aceptando que la modernización funcional y tecnológica de los apoyos administrativos que requiere la ejecución de la seguridad social, debe estimularse y favorecerse con el aporte de recursos suficientes y oportunos. 

– Estimando que la gestión administrativa de la seguridad social debe proveerse de todos los instrumentos funcionales y estratégicos, así como de la más consistente y calificada capacitación de sus recursos humanos. 

– Valorando la necesidad de emprender un nuevo esfuerzo técnico-científico que dé estabilidad a las instituciones y sea capaz de generar las soluciones creativas que estos entes demandan para corresponder a los desafíos del nuevo enfoque del desarrollo social hacia el siglo XXI. 

Resuelve: 

1º. Fomentar transformaciones y cambios funcionales en los organismos de seguridad social, encaminados a obtener el máximo rendimiento y servicios. 

2º. Mejorar la productividad de la administración por medio de la simplificación de procedimientos, la aplicación de instrumentos y formas modernas, así como la incorporación de tecnología apropiada, en todos los campos. 

3º. Identificar los modelos administrativos en que se desenvuelven las instituciones, con propósito de hacer las correcciones y enmiendas que permitan adecuarse a los objetivos y necesidades de la población. 

4º. Determinar los campos en que, por los compromisos de las instituciones, se requiere un mejor manejo del proceso de desarrollo de los sistemas; así como de las herramientas que se utilizan en la gestión, para que la seguridad social transite por las experiencias de la “excelencia administrativa”. 

5°. Establecer programas de capacitación de personal que abarquen todos los niveles y funciones de la organización, utilizando aquella metodología que facilite un esfuerzo sostenido, que configure las necesidades del presente y trace líneas de acción hacia el futuro. 

6º. Reconocer que si bien la capacitación del recurso humano se sustenta en los principios universales del conocimiento general y particular de cada materia o profesión, se constituye un hecho insoslayable en que las instituciones, por la delicada misión de su especialización y el profundo enfoque social que deben alcanzar, estén plenamente justificadas para realizar programas específicos de formación de recursos humanos con las características y sellos propios de la seguridad social. 

7º. Orientar los apoyos administrativos de manera que favorezcan las estrategias basadas en la transformación de los sistemas nacionales de salud, potenciando procesos de descentralización, desconcentración y fortalecimiento de los sistemas locales de salud. 

8º. Dar el mayor apoyo para que se instalen o perfeccionen las acciones o sistemas institucionales en la atención de quejas, con el propósito que los organismos desarrollen la sensibilidad necesaria que les permita saber escuchar a los usuarios de sus servicios y la queja sea apreciada como un mejor síntoma útil al que se le debe obtener provecho para mejorar el aparato administrativo, como efecto que alimente el sistema de seguridad social y como un instrumento para medir el grado de satisfacción de los destinatarios de los servicios, sin ninguna discriminación. 

9º. Que las instituciones adopten medidas apropiadas para disminuir la evasión y recaudar la totalidad de los recursos económicos contemplados en la legislación de cada institución, para lo cual se deben mejorar los sistemas y mecanismos administrativos. 

10º. Diseñar procedimientos y formas de cobro que reflejen un cambio sustancial para combatir el fraude y reducir la morosidad, mediante sistemas automáticos, una gestión administrativa ágil y oportuna y el consiguiente respaldo legal y jurídico. 

11º. Sugerir que las instituciones miembros estudien el modelo de cobranza que utiliza el Instituto Mexicano del Seguro Social, que por sus resultados ha sido factor determinante para su equilibrio financiero . 

12º. Reconocer la impostergable necesidad que las instituciones miembros se aboquen al estudio, definición y puesta en práctica de apoyos tecnológicos para que la administración de las finanzas, el manejo y control del presupuesto, la información e incluso la atención médica, y las prestaciones económicas que se otorgan, se puedan agilizar, simplificar y viabilizar mediante la informática. 

13º. Reiterar la importancia de realizar encuestas entre las instituciones miembros, a fin de conocer las condiciones generales y el grado de automatización en el manejo de información en los distintos niveles. 

14º. Que las Instituciones de seguridad social al estar, ahora más que nunca, inmersas en un juego de fuerzas provenientes de su entorno y de su interior, se debatan en función de los enfoques economicistas de demanda-mercado y producto-oferta o capacidad de respuesta. 

15º. Que ante esos retos y cambios, las instituciones necesitan perfilar su acción administrativa en términos de la filosofía gerencial de la administración por planes y programas, mediante el uso de un conjunto instrumental adecuado de acciones estratégicas para el largo plazo, gerencial para el mediano plazo y operativo para el ciclo anual, en todo lo que la planificación debe ser una función permanente como base fundamental de toda la gestión administrativa, que conduzca a la seguridad social por los derroteros de su justa transformación y evolución en dirección a los retos del presente y perspectivas del siglo XXI.