SISTEMAS DE INFORMACIÓN Y EVALUACIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD EN EL CUIDADO Y PROMOCIÓN DE LA SALUD

La IX Conferencia Interamericana de Seguridad Social celebrada en la ciudad de Quito, República del Ecuador del 17 al 20 de agosto de 1971, después de haber conocido la Ponencia sobre “Sistema de Información y Evaluación de la Productividad en el Cuidado y Promoción de la Salud”, presentada por la Secretaría General del Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social, y teniendo en cuenta los comentarios expresados por los delegados y las opiniones formuladas por los representantes de los organismos internacionales, adoptó la siguiente resolución:

Considerando:

Que la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, los Congresos Americanos de Medicina de la Seguridad Social y las Reuniones de la Comisión Regional Americana Médico Social han contribuido en los programas coordinados de los organismos internacionales de ámbito continental, en los cuales participan la Organización Internacional del Trabajo, la Asociación Internacional de Seguridad Social, la Organización Panamericana de la Salud, la Organización de los Estados Americanos, la Organización Iberoamericana de Seguridad Social y el Comité Permanente Interamericano de Seguridad Social para establecer pautas directrices que permitan la mejor utilización de los recursos humanos, materiales y económicos en el otorgamiento de la prestación médica integral;

Que es necesario establecer políticas intra e inter-institucionales de sistemas de información y evaluación de la productividad en el cuidado y promoción de la salud, como apoyo doctrinario del principio de solidaridad que al referirse al cuidado de la salud debe ser aplicado en toda su amplitud por no existir distinciones entre el aporte económico variable de la población protegida y la

aplicación uniforme de los recursos de los servicios médicos cuando son requeridos, Que la conveniente organización técnico-administrativa es de interés prioritario, teniendo en cuenta que es necesario propiciar la mayor productividad, sin menoscabo de la eficiencia y calidad, para el cuidado y promoción de la salud a través de una mejor utilización y racionalización de los servicios médicos en las instituciones de seguridad social;

Que el personal de salud debe participar con los especialistas y profesionales de otras disciplinas y los sectores activos de la sociedad, para romper el círculo vicioso de pobreza, ignorancia, deficiente nivel de salud, bajo nivel de producción y escaso nivel de consumo; en razón a que debe contribuir a los cambios sociales, asociándose solidariamente al necesario desarrollo de los países;

Que los servicios para el cuidado y promoción de la salud, por la estrecha relación que guardan con las otras contingencias que consideran en su esquema de prestaciones las Instituciones de Seguridad Social, influyen en el potencial económico de un país, haciendo necesaria la exigencia administrativa de un control organizado y permanente de la eficiencia y rentabilidad médico-social de los recursos disponibles;

Que las instituciones de seguridad social, para la mejor utilización de sus recursos, deben adoptar normas técnicas y procedimientos adecuados de información para la planeación, operación y evaluación, que conlleven a una administración eficiente para la prestación de servicios médicos de la más alta calidad a un costo razonable, ajustado a las posibilidades financieras y humanas de las instituciones y propiciar así la promoción y protección de la salud,

Acuerda:

1º. Aplicar políticas institucionales de racionalización en el aprovechamiento de

recursos, que deben ser el medio para ampliar los beneficios de la seguridad social a sectores de la población que generalmente se han visto marginados en el desarrollo económico y social de los países. 

2º. Instaurar políticas institucionales apropiadas para mejorar la productividad

entre las que cabe señalar dar prioridad a las funciones de medicina preventiva; en materia de construcciones y equipo, procurar su aprovechamiento racional y funcionalidad para reducir los costos en la prestación de servicios; propiciar sistemas de trabajo debidamente coordinados para mejorar la productividad del personal; analizar la tendencia en la demanda de servicios a fin de orientar los cambios en las políticas a seguir; otorgar en las máximas posibilidades las prestaciones sociales de educación social y sanitaria; apoyar y promover la regionalización de los servicios; favorecer la automatización; evitar la especialización inadecuada de funciones de personal; sostener una actitud favorable de coordinación con los ministerios de salud; las universidades y otros centros de formación de personal; y alentar la investigación en el campo de los fenómenos médico-sociales.

3°. Establecer sistemas de información, para una verdadera investigación de operaciones que establezcan las bases de una posible acción, dentro de la administración nacional del seguro de salud.

4º. Promover programas de educación continuada para el personal profesional de salud y cursos de capacitación y actualización para personal técnico auxiliar, para mejorar su eficiencia. Considerar indispensable la motivación doctrinal de la medicina social e institucional.

5º. Procurar que los progresos y avances de las ciencias biomédicas y sociales estén realmente al servicio de las necesidades colectivas y, en particular, de la población protegida.

6º. Adoptar los adelantos de las técnicas auxiliares de diagnóstico y tratamiento; utilización de cuadros básicos de medicamentos para una adecuada prescripción; aplicación de normas terapéuticas y técnicas, flexibles y dinámicas; instructivos precisos para la expedición conveniente de recetas y certificados médicos de incapacidad temporal para el trabajo; y en hospitalización para la reducción del promedio de estancia y el mejoramiento de los sistemas de trabajo.

7º. Aplicar procedimientos de administración general elaborando guías para la determinación de fuerza de trabajo y eliminando las desviaciones de los suministros.

8º. Garantizar la dotación de personal de salud requerido y el abastecimiento suficiente y oportuno de medicamentos, equipo e instrumentos, vestuario, materiales de consumo y de curación, mediante el cumplimiento de las especificaciones de apropiados cuadros básicos.

9º. Orientar e informar adecuadamente a los sectores de trabajadores y empleadores sobre sus derechos, obligaciones y responsabilidades para el correcto uso de los servicios. Esta conducta produce la confianza pública en las instituciones de seguridad social.

10º. Crear organismos o departamentos de planeación, supervisión y evaluación de los servicios médicos.

11º. Proseguir en forma sistemática y permanente los estudios de evaluación de la productividad en el cuidado y promoción de la salud, que contribuirán para que este servicio se proyecte a sectores más amplios de la población, lo que constituye una valiosa aportación al desarrollo económico y social.