EVOLUCIÓN Y TENDENCIAS DE LA SEGURIDAD SOCIAL EN AMÉRICA (1968-1970)

La IX Conferencia Interamericana de Seguridad Social, celebrada en Quito, Ecuador, del 17 al 20 de agosto de 1971, habiendo considerado el Informe relativo a Desarrollos y Tendencias de la Seguridad Social en América (1968- 1970) presentado por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, y teniendo en cuenta las aportaciones formuladas por los delegados y las opiniones expresadas por los representantes de los organismos internacionales, llegó a la siguiente consideración:

1. Las demandas imperiosas de una población que crece mayoritaria y constantemente en cuanto a servicios y bienes que permitan satisfacer necesidades vitales (empleo, educación, salud, vivienda, alimentación, recreo, entre otros), y que obstaculiza la limitación de los recursos económicos, físicos y humanos, características ambas de América Latina, no han impedido que los países hayan llevado a cabo una acción progresiva en el campo de la seguridad social, conducente a elevar los índices de bienestar social,

Es así, que:

1. Se han ampliado prestaciones, con arreglo al principio de efectividad, lográndose la cobertura completa del régimen de pensiones de vejez, invalidez y muerte y la incorporación de riesgos profesionales a la institución del seguro social en varios países.

1. Se ha logrado, en virtud del principio de universalidad, la ampliación a nuevos sectores de población, incrementando la proporción protegida por la Seguridad Social Americana, con experiencias de interés para extensiones concretas en determinados sectores laborales, principalmente los rurales.

1. Se han reestructurado las organizaciones de seguridad social de los países en orden a una mayor coordinación de esfuerzos dentro de una política integral de seguridad social.

1. Se aprecia una coordinación entre las instituciones y organismos que actúan en el sector salud, a efecto de poder satisfacer la creciente demanda de la atención médica, en su triple acción preventiva, curativa y rehabilitadora.

1. Se pone de manifiesto la elevación en los topes de ganancia que determinan la afiliación, no sólo para concordarse con la política de salarios, sino para incrementar los recursos de la institución y elevar las prestaciones en especie, en servicios y en dinero, en función de lograr una mayor equidad redistributiva.