
- Su trabajo nos recuerda y nos inspira la importancia de seguir impulsando cambios que construyan una sociedad más justa e igualitaria: Pedro Kumamoto
- Hoy que contamos con una presidenta en nuestro país tiene que ser el reflejo de que todas tenemos que avanzar juntas, si alguien llegó a un nivel no pueden seguirse quedando otras en un nivel donde nadie las ve, donde nadie respete sus derechos: Marcelina Bautista
Lunes 27 de enero de 2025.- El Seminario Permanente de Bienestar en las Américas llegó a su edición 50 con la presentación del libro Imperceptibles: vida y lucha de Marcelina Bautista, una biografía novelada del autor Rodrigo Quintero sobre el camino que recorrió Marcelina Bautista, junto con cientos de mujeres trabajadoras del hogar, para alcanzar el reconocimiento y la dignificación del trabajo del hogar en México.
De forma remota, el Secretario General de la CISS, Pedro Kumamoto, indicó que desde 1942, durante la Primera Asamblea de la CISS en Santiago de Chile, la Conferencia ha trabajado para que las personas dedicadas al trabajo remunerado del hogar sean reconocidas en los sistemas de seguridad social y la CISS ha reafirmado este compromiso con investigaciones, plataformas y la participación en espacios como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: “Los avances son el resultado del esfuerzo y la determinación de mujeres como Marcelina, su trabajo nos recuerda y nos inspira sobre la importancia de seguir impulsando cambios que construyan una sociedad más justa e igualitaria”, recalcó.
Marcelina Bautista, protagonista de la publicación, directora y fundadora del Centro Nacional para la Capacitación Profesional y Liderazgo de las Empleadas del hogar (CACEH-Nacional), resaltó que, el libro cuenta, entre otras cosas, el trabajo que realizaron de educar, no solamente a las trabajadoras del hogar, sino a las personas empleadoras, pero sobre todo a legisladores, “legisladores que pensaban como patrones y no como legisladores”. añadió.
El libro narra que, gracias a la lucha encabezada por Bautista Bautista, en México, la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que era inconstitucional que las trabajadoras del hogar tuvieran un esquema de seguridad social voluntaria y que la ley federal del trabajo no contemplara sus derechos, por lo que, a partir del veredicto, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reformó su ley para estipular la obligación de brindarles seguridad social, lo cual sentó un piso de derecho con dignidad para las trabajadoras del hogar, ya que pasaron de 3 mil a 60 mil las personas trabajadoras del hogar con Seguridad Social en México.
Sin embargo, en el país se tienen contabilizadas a 2,5 millones de trabajadoras del hogar, por lo que “si el gobierno ha puesto de su parte y si nosotras llevamos muchos años de lucha, falta que las personas empleadoras empiecen a cumplir para que también se materialicen todos estos derechos de las trabajadoras del hogar”, reiteró la activista y promotora de los derechos humanos.
“Lo que buscamos no es más que un derecho humano o no es más de lo que establecen nuestras leyes nacionales e internacionales. La lucha no solamente es que se logren las leyes, falta materializarlas. La lucha sigue en que hoy las personas empleadoras se sumen, pero también se comprometan con los derechos de las trabajadoras del hogar, porque ya esta cultura tiene que cambiar, la cultura donde nos enseñaron que hay que dar las gracias por tener un trabajo, claro que hay que dar las gracias por tener un trabajo, pero ese trabajo proviene del esfuerzo de cada una de nosotras”.
Reiteró que continúan buscando que las trabajadoras se sigan organizando y capacitando porque ahora enfrentan un reto enorme: la profesionalización para obtener un trabajo mejor calificado y mejor remunerado.
Marcelina Bautista hizo un llamado a las personas empleadoras y a toda la sociedad para ver el trabajo en el hogar, como se ven muchos cambios en el país y en el mundo: “nada debe pesar firmar un contrato, nada debe pesar inscribir a las trabajadoras al seguro social; si hay una trabajadora en esa casa y no pueden dar todos los derechos, no pueden ser candidatas a tener una trabajadora para discriminar, para violentar y para no otorgar todos los derechos.”
“Hoy que contamos con una presidenta en nuestro país tiene que ser el reflejo de que todas tenemos que avanzar juntas, si alguien llegó a un nivel no pueden seguirse quedando otras en un nivel donde nadie las ve, donde nadie respete sus derechos; y es por ello que hoy tenemos que luchar todas, todos para que el trabajo en el hogar sea ese trabajo digno”, finalizó.
Rodrigo Quintero, autor del libro, comentó que decidió, junto con Marcelina Bautista, que el libro debería de ser una novela, por el hecho de que se busca llegar, no únicamente a las trabajadoras, sino también a la casa de las empleadoras y los empleadores.