Se presenta en la CISS decálogo para Política de Cuidados en México

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  • Necesitamos que el Gobierno de México y todas las secretarías de Estado incidan hacia la lógica de una visión de cuidados: Citlalli Hernández
  • Nos conviene a todas y todos desarrollar y crear sociedades que sean más justas, que no discriminen: Alvaro Velarca
  • El decálogo contiene los aspectos necesarios para construir una política de cuidados para México: Lourdes Jiménez Brito

Ciudad de México, 21 de noviembre de 2024.- Citlalli Hernández Mora, designada por la Presidenta Claudia Sheimbaum como titular de la recién creada Secretaría de las Mujeres, junto con Álvaro Velarca Hernández, secretario general de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social; Graciela Márquez, de la Organización Internacional del Trabajo; y Mónica Orozco, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias, clausuraron el segundo Encuentro Nacional “El Futuro de los Cuidados en México”, un diálogo de dos días donde se plantearon mecanismos para incluir el derecho al cuidado como una prestación de la Seguridad Social en México.

Durante la clausura del Encuentro, Lourdes Jiménez Brito, investigadora de la CISS, presentó 10 puntos que se construyeron colectivamente durante las dos jornadas de diálogo y que contienen los aspectos necesarios para construir una política de cuidados para México.

En su intervención, Velarca Hernández sostuvo que “nos conviene a todas y todos desarrollar y crear sociedades que sean más justas, que no discriminen”, por lo que invitó a las y los participantes a desarrollar sistemas de cuidados que liberen de las ataduras.

Asimismo, alentó a garantizar el derecho al cuidado porque todas y todos requerimos algún tipo de cuidado o lo requeriremos en un momento de nuestras vidas. “De esto se trata esta batalla y yo por eso les agradezco mucho que me permitan ser parte de este esfuerzo para seguir transformando a nuestras sociedades y que lo hagamos aquí en un espacio internacional”.

“Por todo ello, por estar entre mujeres, en tiempos de mujeres, quiero agradecerles a estas mujeres extraordinarias que me permitan acompañarlas en esta clausura y en esta lucha por la igualdad de los cuidados”, subrayó.

Por su parte, Citlalli Hernández Mora destacó relevancia que tiene para la presidenta Claudia Sheinbaum hablar de un sistema progreviso de cuidados y ser muy responsables de que “lo que podremos hacer en seis años no será suficiente, ni será la instalación de un sistema, sino el inicio de una sociedad de cuidados que amerita mucho tiempo, presupuesto, infraestructura y convocar a todos los sectores sociales”.

Añadió que el decálogo presentado formará parte de un Parlamento Abierto donde se promoverá una discusión pública y social sobre la lógica de la sociedad de cuidados que debemos de construir desde todos los ámbitos.

“Necesitamos que el Gobierno de México y todas las secretarías de Estado incidan hacia la lógica de una visión de cuidados, por ejemplo: hay en este gobierno una apuesta a grandes polos de desarrollo y creemos que estos polos de desarrollo deben de tener una perspectiva de cuidados desde las instalaciones donde habrá desarrollo económico, hasta el impacto que habrá en los territorios”, insistió.

A continuación el decálogo para construir una política de cuidados para México, firmado por el consorcio organizador del Segundo Encuentro Nacional “El Futuro de los Cuidados en México”, conformado por la Alianza Global por los Cuidados, el Instituto Nacional de las Mujeres, la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, Oxfam México, la Fundación Friedrich Ebert, la Sociedad Alemana de Cooperación Internacional, ONU Mujeres, el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, la Organización Internacional del Trabajo, la Coalición por el Derecho al Cuidado Digno y al Tiempo Propio de las Mujeres, Cuidados en América Latina y el Caribe y la Cooperación Española:

 

¿Qué aspectos tiene que considerar una política de cuidados en México?

  1. Promover un enfoque de género e interseccional que permita reconocer las desigualdades y discriminaciones sistemáticas y estructurales que afectan a las niñas, adolescentes y mujeres adultas, a las personas con discapacidad, las personas mayores, de la diversidad sexo-genérica, las personas indígenas y afrodescendientes. Este reconocimiento debe estar acompañado de medidas específicas para no reproducir la división sexual del trabajo de cuidados, las condiciones de desventaja y reducir las desigualdades que produce la sobrecarga de cuidados, con la finalidad de impulsar la igualdad de oportunidades y la movilidad social de las personas que proveen y reciben cuidados.
  2. Contar con perspectiva de derechos humanos a través de marcos normativos donde se garanticen las condiciones para el ejercicio efectivo del derecho al cuidado en su triple dimensión recibir cuidados, brindar cuidados y el autocuidado, materializando la corresponsabilidad social y de género mediante medidas de articulación interinstitucional concretas y específicas entre los actores del diamante de cuidados (el Estado mexicano como ente central, el mercado, la sociedad civil y los hogares) orientadas a desfamiliarizar y desfeminizar el cuidado.
  3. Fomentar la interdependencia y autonomía durante todo el ciclo de vida de las personas, entendiendo que todas requieren cuidados y apoyos a lo largo de la vida y que todas puedan cuidar, si así lo deciden; al mismo tiempo que promueva la autonomía de las personas para evitar la dependencia de quienes las cuidan. Si bien una política nacional de cuidados puede determinar poblaciones objetivos y priorizar inicialmente algunas, su cobertura debe ser progresiva y universal.
  4. Mantener el enfoque de las 5 R’s para diseñar medidas para reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados, al mismo tiempo que lo remunera y garantiza la adecuada representación de las necesidades, perspectivas y preferencias de las personas que proveen y reciben cuidados en todas las etapas de la política pública.
  5. Crear, articular y diversificar servicios públicos de cuidados; con la finalidad de fortalecer alternativas de sus modalidades, tales como servicios domiciliarios para ciertos grupos como personas con discapacidad o personas mayores. Dichos servicios deben mantener el principio de universalidad y ser de calidad, asequibles y accesibles.
  6. Establecer condiciones dignas para la provisión de cuidados: acceso a prestaciones de seguridad social y garantizar condiciones laborales dignas tanto para las personas que cuidan en forma remunerada, como las que lo hacen de manera no remunerada.
  7. Destinar inversiones a través de financiamiento progresivo, gasto social y estrategias fiscales justas, utilizando un enfoque basado en derechos humanos, género y de cuidados.
  8. Desarrollar estrategias y mecanismos de participación activa, consulta, socialización e información permanente con todos los sectores, especialmente con la sociedad civil y las personas que proveen y reciben cuidados.
  9. Generar información estadística, así como un sistema de monitoreo y evaluación, para profundizar el estudio de la economía del cuidado e incorporar la información a las estrategias de desarrollo económico y social para la toma de decisiones, esto para que las medidas que se diseñen sean basadas en evidencia.
  10. Reconocer los cuidados comunitarios y colectivos, buscando el bienestar de las personas, los territorios, los recursos naturales y los saberes desde la colectividad, asegurando la adecuación cultural de las acciones y políticas de cuidados

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