Contexto

Los marcos globales y la importancia ampliamente reconocida de la seguridad social durante la crisis de COVID-19 han generado un impulso hacia la realización de la Seguridad Social Universal. No obstante, persisten importantes brechas en la cobertura, especialmente para los dos mil millones de personas en el mundo que trabajan en la informalidad y que, en gran medida, permanecen excluidas de la seguridad social.

Una de las razones de la lentitud del progreso puede ser un conjunto de ideas políticas influyentes que frenan la expansión de la seguridad social a las personas trabajadoras informales.

La idea de que ciertas formas de seguridad social provocan aumentos sustanciales de la informalidad plantea un reto particular a los gobiernos que desean invertir en la seguridad social de las personas trabajadoras informales. En concreto, hay quienes afirman que los sistemas de seguridad social que combinan la seguridad social vinculada al empleo, con la asistencia social financiada con impuestos para las personas que trabajan en la informalidad de bajos ingresos, son los principales impulsores de la informalidad, a la que se responsabiliza de la baja productividad y el subdesarrollo.

Estas afirmaciones tienen repercusiones en el mundo real. Cada vez más, cuando se proponen nuevos programas de seguridad social, una de las primeras objeciones suele ser si aumentará - o perpetuará - la informalidad.

Para investigar críticamente estas afirmaciones, WIEGO y la OIT han colaborado con una serie de economistas con gran experiencia y personas expertas en seguridad social de América Latina, donde la idea puede ser más influyente.

En este seminario web, un panel experto presentará pruebas novedosas sobre la afirmación de si la seguridad social es un impulsor clave de la informalidad.