La seguridad social se entiende como el conjunto de regímenes institucionalizados que garantizan prestaciones de salud, jubilación, riesgos laborales, discapacidad y otros beneficios económicos a quienes cumplen con los requisitos establecidos, generalmente a través de cotizaciones obligatorias.

La protección social abarca un conjunto amplio de políticas y programas, como transferencias monetarias, subsidios, programas de empleo y acceso a servicios básicos, diseñados para reducir la vulnerabilidad y la exclusión social y fortalecer la resiliencia de las personas y comunidades, especialmente de aquellas en situación de pobreza o pertenecientes a grupos en situación de vulnerabilidad.