- En la FIL Guadalajara 2025, especialistas debatieron sobre el efecto de la AI en el trabajo del siglo XXI.
- Las habilidades blandas y la educación centrada en las personas fueron identificadas como el punto de consenso para enfrentar los riesgos de desigualdad.
- El panel fue moderado por José Pedro Kumamoto Aguilar, Secretario General de la CISS, quien advirtió sobre el impacto diferenciado de la IA en empleos ocupados mayoritariamente por mujeres.
Guadalajara, Jalisco, 5 diciembre 2025– En el marco de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) convocó el panel “Redefiniendo el futuro laboral: la IA como catalizador de empleos y calidad de vida”. Representantes del Gobierno de México, instituciones educativas, organismos internacionales y centros de investigación dialogaron sobre los desafíos urgentes que plantea la transformación tecnológica en México y América Latina.
El encuentro, moderado por José Pedro Kumamoto Aguilar, Secretario General de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS), abrió con una pregunta que atraviesa hoy a gobiernos y empresas: ¿quiénes están pagando de forma desigual los costos de la automatización? Kumamoto Aguilar señaló que los puestos administrativos -ocupados mayoritariamente por mujeres— son los primeros en ser reemplazados, lo que obliga a pensar en una transición tecnológica con enfoque de género. También recordó cómo en el pasado las revoluciones industriales y tecnológicas han tenido efectos sociales desiguales, subrayando la necesidad de poner la fuerza de las transformaciones productivas al servicio de las personas.
Uno de los puntos que marcó el debate fue la afirmación de Luis Ernesto Salomón Delgado, representante de la Secretaría de Economía, respecto a que la inteligencia artificial no está destinada a borrar puestos de trabajo, sino a redefinirlos.
De acuerdo con el funcionario, la creación de nuevos empleos asociados al pensamiento crítico y analítico abre un campo fértil, pero también desigual: los países con sistemas educativos frágiles enfrentarán los mayores rezagos. “La IA es ineludible; la pregunta es si estaremos preparados para usarla o para ser rebasados por ella”, advirtió.
El Director General de Educación Superior Universitaria e Intercultural, Carlos Iván Moreno Arellano, puso cifras al debate. Recordó que la rapidez con la que se adoptan nuevas tecnologías marca diferencias históricas: “La electricidad tardó 70 años en llegar a 100 millones de personas; ChatGPT lo hizo en dos meses”. Bajo esa lógica, insistió en que las habilidades duraderas -trabajo colaborativo, comunicación, resiliencia- serán el elemento que diferencie a quienes logren adaptarse de quienes queden rezagados.
De acuerdo con estimaciones del Foro Económico Mundial que citó Moreno Arellano, cerca de 92 millones de empleos desaparecerán, pero 170 millones emergerán en la próxima década. “El reto no es detener la transformación, sino dirigirla”, sostuvo.
Educación para enfrentar lo que todavía no existe
La educación apareció como uno de los grandes ejes articuladores del panel.
La rectora de la Universidad Autónoma del Estado de Quintana Roo, Natalia Fiorentini Cañedo señaló que el diseño institucional mexicano no puede gestionar el trabajo del siglo XXI con herramientas del pasado. El cambio tecnológico, afirmó, debe centrarse en las personas y no únicamente en la productividad. “Si la IA redefine las trayectorias laborales, la educación debe movilizar hacia la acción, no solo hacia el conocimiento”, apuntó al tiempo que advirtió que la tecnología debe ayudar a reducir desigualdades, no a aumentarlas.
El especialista singapurense Michael Fung, Director Ejecutivo del Instituto para el Futuro de la Educación, Tec de Monterrey, confirmó que el desafío educativo es global. Desde su experiencia en Asia, sostuvo que todos los países se encuentran formulando preguntas similares: cómo preparar a las juventudes para empleos que aún no existen y cómo estructurar sistemas de formación continua que acompañen carreras laborales cada vez más dinámicas.
Aunque las intervenciones ofrecieron matices, hubo un punto de coincidencia: las habilidades blandas serán decisivas.
Por su parte la economista Valeria Moy, Directora General del IMCO, sumó una alerta: mientras países como China integran la IA a su entramado productivo de forma acelerada, América Latina avanza con mayor lentitud. “El desafío es evitar que esta revolución digital profundice desigualdades y precarización”, explicó.
La FIL Guadalajara como escenario de debate global
El panel se desarrolló en el contexto de la FIL Guadalajara, la feria literaria más grande del mundo en lengua española y uno de los espacios culturales más influyentes de América Latina. Con más de una semana de actividades -del 30 de noviembre al 8 de diciembre-, la FIL no solo congrega a miles de editoriales, escritores y lectores, sino que también funciona como un foro para discutir los temas que están transformando al mundo. Este año, la irrupción de la inteligencia artificial y sus consecuencias sociales se consolidaron como uno de los ejes centrales de conversación, subrayando la importancia de colocar el futuro del trabajo en el centro del debate.