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Los haberes previsionales del sistema de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) en Argentina tuvieron en los primeros siete meses de este año (hasta julio) un reajuste acumulado de 103,9%. Ese fue el aumento nominal para los jubilados y pensionados que no perciben bono (entre quienes están en el sistema contributivo, son alrededor de 3 millones de personas, aproximadamente la mitad).
Para quienes sí perciben mensualmente el refuerzo, que por sexto mes consecutivo será en septiembre de hasta 70 mil pesos argentinos, el porcentaje es bastante más reducido; el ingreso conformado por el haber mínimo más el bono fue en julio un 77,7% más alto que el de diciembre de 2023. Y esa menor variación responde a que el valor del bono no varía desde marzo.
Como entre enero y julio la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) fue, según el Indec, de 87%, el poder de compra de los haberes sin bonos -medido contra el indicador oficial de inflación, que puede no reflejar la realidad de cada hogar- resultó en julio un 9% mayor al de diciembre, un mes en el cual los ingresos estaban en un nivel bajísimo.
En ese último mes de 2023 la capacidad de compra de alguien con un haber actual de 600 mil pesos, por ejemplo, era un 43% inferior al de diciembre de 2019. Y si se compara el valor real de la prestación con el de septiembre de 2017, el deterioro llega a 51%, según datos elaborados por La Nación.
Para quienes perciben el haber mínimo, el poder de compra del ingreso total, incluido el bono, fue en julio un 5% más bajo en comparación con el monto percibido en diciembre de 2023 (sin contar el aguinaldo).
En este caso, si la comparación se hace entre lo cobrado en julio de este año y lo percibido en septiembre de 2017, el recorte del poder de compra fue de 31%. En tanto, si se compara el poder adquisitivo de diciembre de 2023 con el de ese mes de 2019, la pérdida fue de 32,2%.
Esta diferencia en la variación del valor real de los ingresos según se cobre o no se cobre bono, responde al congelamiento del bono desde marzo. Es decir, en el caso de los ingresos más bajos, la actualización mensual y por inflación no se aplica sobre la totalidad del importe que se cobra.
En septiembre, y según se oficializó hoy con la publicación del decreto 783 en el Boletín Oficial, el bono será de hasta 70 mil pesos (igual que en los meses previos) y será percibido por quienes tienen un haber bruto de hasta 304 mil 540 pesos (ya incluido el reajuste mensual por inflación, de 4,03%). Quienes tienen la mínima, de 234 mil 540 pesos, recibirán 70 mil pesos, y quienes tienen un haber superior al mínimo y de hasta 304 mil 540 pesos, percibirán un plus de un monto tal que se complete esa cifra.
“En dólares, el poder adquisitivo de los jubilados voló”
La recuperación del poder de compra de los haberes es un argumento que funcionarios como el propio presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, repiten desde hace meses. En una entrevista en LN+, Milei llegó a decir el domingo que “en dólares, el poder adquisitivo de los jubilados voló”.
Como ni cobran ni gastan en moneda extranjera, una comparación así para hablar de los ingresos de los jubilados no tiene razón de ser, más aún considerando lo bajo de los montos. En cuanto a un repunte del poder de compra, medido en función de comparar qué ocurrió con los haberes y con la inflación, los números elaborados y publicados por La Nación, coinciden en que, tras un piso tocado en febrero de este año, comenzó a haber una recuperación.
Más allá de los números, o a partir de ellos, hay, sin embargo, varias consideraciones para hacer. Una es que en la comparación se tiene en cuenta el índice general de precios, que no refleja necesariamente el consumo de cada hogar (y hay factores, como el aumento de tarifas de los servicios públicos y de los medicamentos, que afectan sensiblemente en estos meses); por otra parte, los jubilados del haber mínimo (que fueron los menos perjudicados, pero fueron perjudicados al fin, en los últimos años) siguen aún por debajo de los deteriorados montos que cobraban a fines de 2023.
Otra cuestión es que el punto de partida para la comparación es un momento de ingresos muy bajos, dada la fuerte caída del poder de compra que se acumuló con especial intensidad entre 2020 y 2023, y, por último, la modalidad actual de actualizaciones (reajustes mensuales por IPC) hace que se deje de perder poder de compra hacia adelante, pero cristaliza las pérdidas de los últimos años, que no fueron iguales para todos a causa de las políticas discrecionales del gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Respecto de esto último, la ley aprobada por el Congreso y vetada por el Presidente no preveía ninguna reparación.
Las comparaciones mencionadas se hicieron considerando las variaciones de precios y de haberes hasta julio, porque es el mes más reciente del cual se conoce el dato de inflación. Entre enero y septiembre las subas de los haberes jubilatorios acumulan un 121,9%. Y la mejora del poder adquisitivo enunciada por el Gobierno, “de casi 10%”, coincide, según verificó La Nación, con el resultado de hacer un cálculo considerando una inflación en torno a 100% entre enero y el noveno mes del año.
https://finanzasdigital.com/poder-adquisitivo-jubilaciones-argentinas/