Autopruebas de VIH: el futuro de la lucha contra una pandemia

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En los 40 años de pandemia de VIH, la medicina ha logrado avances fundamentales para mejorar la esperanza y calidad de vida de las y los pacientes. Desde hace tres décadas los tratamientos combinados, aunque no eliminan el VIH, sí frenan su replicación. 15 años después, se probó la eficacia de la Profilaxis post-exposición (PrEP), una pastilla diaria que reduce 99% la probabilidad de contraer VIH por vía sexual. Y, en 2019, se probó que un paciente con VIH latente indetectable no puede transmitirlo a otras personas.

Con estos avances, empezamos a vislumbrar el fin de la pandemia. Pero lograrlo requiere que las poblaciones clave sean diagnosticadas y reciban tratamiento hasta ser indetectables (casos positivos) o PrEP (casos negativos). Por ello, el reto más difícil es la detección.

En México, hasta 2019, los avances farmacéuticos habían llegado lentamente, generando rezagos y brechas entre instituciones, sistemas de salud y estados en la implementación de todas las estrategias a su alcance. Afortunadamente, ese año, la salud pública migró a tratamientos de última generación (inhibidores de integrasa), fáciles de tomar y con menos efectos secundarios. En 2020, el IMSS fue pionero en anunciar la PrEP como programa permanente. Y, en 2023, se actualizó la NOM-010, que autoriza el uso de autopruebas de VIH, es decir, pruebas que los propios usuarios se realizan de forma autónoma, sin necesidad de asistencia. La Cofepris ya autorizó la primera, con muestra de sangre. Las autopruebas han demostrado su efectividad en llegar a poblaciones de difícil acceso que, por distintas razones, incluyendo la discriminación, no pueden o no quieren acudir a los lugares tradicionales de detección.

En México, sólo 82% de las personas con VIH conocen su estatus, cifra inferior a la meta de 95% planteada para 2030. Como ya dijimos, muchas brechas condicionan la detección oportuna, lo que nos demanda hacer uso de los recursos disponibles. Por supuesto, esto debe ir acompañado de otras estrategias orientadas a garantizar la adherencia al tratamiento, desde la detección y la atención integral a todas las personas usuarias de estos servicios. Buenas prácticas que ha impulsado el IMSS son la Plataforma Interactiva de VIH, que permite dar seguimiento a la entrega de medicamentos, y la impartición de cursos de sensibilización a personal médico y administrativo, de la mano con la Conferencia Interamericana de Seguridad Social (CISS).

Aunque, para tener disponibilidad de autopruebas en el sector público hace falta su incorporación en el Compendio Nacional de Insumos para la Salud, su entrada es inminente. Así, entendiendo que para lograr su máximo impacto es necesaria su difusión, el pasado 29 de junio, en la XLVI Marcha del Orgullo LGBTIQA+ de la CDMX, la CISS, con organizaciones aliadas, hizo entrega gratuita de 200 autopruebas a personas asistentes. Con ello, mandamos un mensaje: las autopruebas ya están aquí y habremos de usarlas de forma coordinada para seguir sumando a esta lucha.

https://www.excelsior.com.mx/opinion/columnista-invitado-nacional/autopruebas-de-vih-el-futuro-de-la-lucha-contra-una-pandemia

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