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La protección social es un derecho que tienen todos los seres humanos, que constituye los medios para subsistir en situaciones vulnerables de enfermedad, desempleo, embarazo o hasta en incapacidad para trabajar.
De acuerdo a la Organización Mundial del Trabajo (OIT) actualmente el alcance de protección social a nivel global ha tenido un gran impacto desde la última publicación de este mismo informe, donde más de la mitad de la población mundial (52,4 %) percibe por lo menos algún tipo de prestación social (Indicador 1.3.1 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible-ODS 2030) que en comparación con el 42,8% de 2015 existe un gran avance.
En su “Informe Mundial sobre la Protección Social 2024-2026”, la OIT afirma que en realidad, la humanidad sigue dos caminos muy diferentes en torno a la protección social, ya que mientras las naciones de grandes ingresos (85,9 %) están cerca de obtener una cobertura universal, los países de mediano-alto (71,2 %) y bajos ingresos (32,4 %) están tomando en cuenta iniciativas para cerrar las brechas de protección y en este punto se destacan las tasas de cobertura de los países de ingreso bajo que han aumentado desde el año 2015, posicionándose en rangos inaceptablemente reducidos.
De su lado, las brechas de género siguen siendo latentes en la cobertura legal y efectiva a nivel global. La cobertura de las mujeres (50,1%) que capta por lo menos una prestación de protección social es menor que la de los hombres (54,6%). “Tan solo el 33,8 por ciento de la población en edad de trabajar está legalmente cubierta por sistemas integrales de seguridad social”, dice el informe.
“Los sistemas de protección social deben volverse más receptivos a las cuestiones de género e integrarlas como parte de un conjunto más amplio de políticas para abordar las desigualdades en los mercados de trabajo, el empleo y la sociedad”, sugiere la OIT.
Por otro parte el documento explica que a nivel mundial, la cobertura de los individuos en vulnerabilidad aumentó del 26,7% al 37,3% desde 2015, gracias a que las políticas temporales contribuyeron como respuesta a la pandemia de covid-19.
Financiamiento y el impacto de la protección social en los niños
De acuerdo a la OIT los déficits de financiamiento en protección social son sumamente elevados y dice que para garantizar aunque sea un nivel básico de seguridad social, los países de bajos y medianos ingresos requerirán aumentar su inversión en aproximadamente US$1,400 billones, lo que se sitúa en 3,3% del producto interno bruto (PIB) agregado (2024) de esas naciones por año. Sin embargo, los de ingreso bajo tendrán que invertir cerca de US$308,500 millones de dólares más por año, es decir, 52,3% de su PIB que no es posible sin el respaldo internacional a corto plazo.
En otro orden alrededor de 1,800 millones de niños carecen de protección social según el informe, lo que a su vez, indica que sólo el 23,9% de los individuos de 0 a 18 años son beneficiados de alguna protección familiar o por hijo a cargo. Mientras que de los niños de 0 a 15 años, sólo el 28,2% están cubiertos.
Más de la mitad de la población mundial percibe algún tipo de protección social