El auge de las plataformas digitales de delivery ha transformado el mercado laboral en muchos países, generando oportunidades de empleo para miles de personas. Sin embargo, este crecimiento también ha planteado interrogantes sobre la falta de un marco legal que regule la actividad de los repartidores, y Argentina no ha sido la excepción. En este contexto, Rappi, una de las principales plataformas de entrega a domicilio en América Latina, está impulsando diversas iniciativas para abordar este desafío.
Desde Rappi sostienen que existe una apertura significativa por parte del gobierno argentino, así como de diversos sectores políticos, para avanzar en la creación de una normativa que regule la actividad de los repartidores. Martín Martorell, vicepresidente de Asuntos Corporativos de Rappi, destacó que tanto el oficialismo como la oposición están abiertos a discutir propuestas que puedan beneficiar tanto a los repartidores como a las plataformas.
Durante una visita organizada por Rappi a sus instalaciones en Colombia, Martorell mencionó que se están discutiendo varios proyectos de ley en Argentina, entre los cuales destacó los presentados por Cristian Ritondo, jefe del bloque de Pro, y Vanesa Siley, senadora de Unión por la Patria (UxP). Según Martorell, el proyecto de Ritondo es el más alineado con los intereses de la empresa, ya que promueve la «libertad de conexión» de los repartidores, es decir, la posibilidad de que trabajen según sus propios horarios y necesidades.
El proyecto de ley presentado por Ritondo en 2023, y que ha captado la atención de Rappi, busca garantizar la independencia y flexibilidad de los repartidores. Entre las propuestas más destacadas se incluye el derecho de los trabajadores a rechazar pedidos sin justificación, recibir explicaciones en caso de bloqueos de la plataforma, así como acceder a seguros de accidentes y a capacitaciones gratuitas. Además, se busca que los repartidores puedan conectarse sin necesidad de cumplir con una periodicidad mínima y elegir la zona donde desean trabajar.
Martorell subrayó que uno de los aspectos más valorados por los repartidores es precisamente la flexibilidad que ofrece este tipo de empleo, lo cual les permite alternarlo con otros trabajos o actividades. Asimismo, el proyecto contempla la creación de un esquema de aportes bajo la modalidad de monotributo, lo que daría a los repartidores acceso a ciertos beneficios sociales sin perder su independencia laboral.
A su vez, desde el bloque de Unión por la Patria, también se han presentado proyectos para regular el trabajo en plataformas. Vanesa Siley, senadora de UxP, presentó una propuesta que, además de garantizar la independencia de los repartidores, establece que la relación entre los trabajadores y las aplicaciones sea de carácter laboral, bajo la Ley de Contratos de Trabajo. Esto significaría que las empresas estarían obligadas a registrar a sus empleados y proporcionarles acceso a derechos como seguros, elementos de protección personal y un mayor control sobre los algoritmos que gestionan su trabajo.
Otra iniciativa destacada dentro del partido oficialista es la de la senadora María Rosa Martínez, quien ha propuesto la creación de un Registro Nacional, Único y Obligatorio para trabajadores de plataformas digitales. Este registro buscaría sistematizar la información de los trabajadores y las empresas que operan en el sector, con el objetivo de monitorear y regular sus actividades de manera más efectiva.
En términos de impacto socioeconómico, las plataformas digitales han desempeñado un papel crucial en la inclusión laboral de sectores vulnerables en Argentina. Según datos del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), en 2023, más de 236.000 personas generaron ingresos a través de plataformas de delivery, lo que representa el 1,8% del total de empleados en el país. Dentro de este grupo, más de 32.000 repartidores están activos en la plataforma de Rappi, la cual ha experimentado un notable crecimiento en los últimos años.
Martorell señaló que, a pesar de que la mayoría de los repartidores trabaja menos de 20 horas a la semana, aquellos que se dedican a tiempo completo pueden generar ingresos mensuales comparables o superiores a los de profesionales con estudios universitarios. Según las estimaciones de la empresa, un repartidor que trabaje 40 horas semanales en horarios pico puede llegar a ganar entre 400.000 y 500.000 pesos argentinos.
Además de su interés en la regulación, Rappi ha dado un paso adelante en la inclusión socioeconómica al firmar un convenio con la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social. Este acuerdo tiene como objetivo ayudar a los beneficiarios de planes sociales a incursionar en oficios digitales, brindándoles capacitaciones y facilitando su inserción en el mercado laboral. La iniciativa busca ofrecer a estas personas una oportunidad para generar ingresos a través de las plataformas de delivery, lo cual podría contribuir a mejorar su situación económica.
Desde su llegada a Argentina en 2018, Rappi ha ampliado considerablemente su presencia en el país, operando en más de 60 ciudades, incluidas Buenos Aires, Rosario, Mendoza y Córdoba. Actualmente, la empresa cuenta con más de 15.000 comercios aliados y ha registrado más de seis millones de descargas de su aplicación.
A futuro, Rappi planea duplicar el número de repartidores y comercios aliados en los próximos cuatro años, con un enfoque en sus soluciones Turbo y Turbo Restaurantes. Turbo permite la entrega de compras de supermercado en un plazo de 10 minutos, mientras que Turbo Restaurantes ofrece a los usuarios la posibilidad de recibir sus pedidos en ese mismo tiempo desde una selección de restaurantes.
El camino hacia la regulación de las plataformas de delivery en Argentina está avanzando, con varios proyectos de ley en discusión y una apertura al diálogo tanto por parte del gobierno como de la oposición. Para Rappi, contar con un marco legal claro y flexible es fundamental para continuar con su expansión y mejorar las condiciones de los repartidores que dependen de la plataforma para generar ingresos.
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