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El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, descartó hoy la privatización de la Caja de Seguro Social (CSS) y solicitó propuestas de los sectores sociales para salvar la institución de la actual crisis estructural y financiera.
El mandatario señaló en un mensaje al país trasmitido en cadena nacional de radio y televisión que este problema es de importancia para toda la población, en particular para los pensionados, pero se viene arrastrando de las anteriores tres administraciones, sin que nadie hiciera nada.
En ese sentido, anunció que a partir del próximo lunes 16 de septiembre establecerá una mesa de trabajo para rescatar el Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
En las sesiones participarán los gremios magisteriales, Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato), Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente (Conusi), Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), trabajadores de la CSS y gremios de jubilados.
También planteó que los participantes en esas pláticas tendrán hasta el 25 de octubre para presentar sus propuestas, con argumentos económicos, para sustentar una propuesta de reformas que en noviembre en sesiones extraordinarias de la Asamblea Nacional (parlamento) deben ser avaladas.
De otra parte precisó que uno de sus proyectos para garantizar el abastecimiento de medicamentos e insumos es la unificación de las compras de fármacos entre la CSS y el Ministerio de Salud (Minsa).
Añadió que en la actualidad la CSS cuenta con un total de 34 mi 717 funcionarios, sin embargo, están pendientes 19 mil 350 cirugías atrasadas, además el sistema de citas no funciona y provocaría en el paciente secuelas o hasta la muerte.
El gobernante encabeza una cruzada que contempló primero reuniones para consultas con jefes de los partidos políticos, empresarios, lideres sindicales, gremios magisteriales, médicos y de pensionados, así como con representantes del sector privado y el director designado de la CSS, Dino Mon, este último rechazado por las organizaciones populares.
Sobre el programa de IVM, uno de los temas abordados en la comparecencia, trascendió que se trata del subsistema de beneficio definido que ha alcanzado niveles alarmantes con un déficit de 673.5 millones de dólares al cierre de 2023.
Las reservas del sistema se han agotado, lo que ha llevado a utilizar fondos de fideicomiso que prácticamente ya no existen.
Ante este panorama, los ingresos actuales son insuficientes para cubrir los gastos, y los expertos señalan la necesidad urgente de implementar reformas estructurales y ajustes en la administración financiera de la CSS.
Mulino estimó que es prioritario de su administración el tratamiento de este asunto antes que concluya el 2024.
La CSS ofrece servicios de salud a los asegurados y jubilados y para ello maneja la plantilla más grande de todo el aparato estatal y un presupuesto cercano a los siete mil millones de dólares.
Presidente panameño descarta privatización de seguridad social
