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En la última década la reducción de la informalidad en Latinoamérica tuvo un estancamiento generalizado, es decir, desde hace 10 años la mitad de los trabajadores no tiene un empleo que les permita tener prestaciones básicas y protección social, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Efraín Quicaña, especialista regional en Economía Rural, Desarrollo Productivo y Formalización de la OIT para América Latina y el Caribe, explicó que la correlación entre la pobreza y la informalidad es alta, entre mayor es el Producto Interno Bruto (PIB) de los países, hay una menor tasa de ocupación informal.
Por el contrario, cuando los países tienen altas tasas de ocupación informal, tienen un mayor porcentaje de población en situación de pobreza.
En un esfuerzo por reducir los distintos factores que causan la informalidad, como la pobreza, y aumentar la formalización en la región, la OIT presentó la Estrategia de Formalización para América Latina y el Caribe (FORLAC 2.0).
Ana Virginia Moreira, directora regional de la Oficina de la OIT para América Latina y el Caribe, explicó que es un esfuerzo por luchar contra la informalidad y que requiere de la participación de todos los sectores gubernamentales, sociales, el sector privado, las organizaciones de la sociedad civil, así como la cooperación internacional.
Agregó que la trampa de la informalidad sigue siendo un desafío persistente, debido a que es uno de los grandes obstáculos para lograr el trabajo decente y la justicia social en Latinoamérica.
“Para hacer frente a la informalidad se requiere de la actuación urgente, renovada y decidida de los gobiernos, organizaciones de empleadores y de trabajadores”, dijo la directora regional de la OIT.
En ese sentido, Fréderic Lapeyre, director del Programa de Acción Prioritaria para la Formalización de la OIT, considera que el FORLAC 2.0 es una respuesta al llamado de los constituyentes del organismo en la región para desarrollar las capacidades que permitan transitar hacia la economía formal en la región.
Con esta estrategia, aseguró, se inició con uno de los retos más grandes del mundo laboral porque a nivel mundial hay 2,000 millones de personas en empleos informales, representa casi 60% de la población total.
“Cuando hablamos de informalidad debemos de entender que es un medio no un fin, un medio que les da la oportunidad de mantenerse. No se trata de acosar a los trabajadores para que vayan a la economía formal solamente para efectos de tributación (que paguen impuestos), sino integrarse a una estructura que les ofrezca un trabajo decente, el desarrollo de justicia social es una forma de poder renovar el contrato social mejorando el progreso”, consideró Fréderic Lapeyre.
Forlac 2.0, las claves
Efraín Quicaña describió que está nueva versión del Forlac, contempla cuatro áreas que desarrollan las políticas para la transición a la formalidad:
» 1. Desarrollo productivo
La OIT sostiene que sin un aumento sostenido de la productividad no habrá una reducción del empleo informal, refirió Efraín Quicaña.
Las políticas horizontales de desarrollo productivo, con iniciativas que apuntan a la mejora de la competitividad de un sector, cadena de valor, por supuesto a partir de la mejora de productividad de las pequeñas unidades productivas.
El especialista dijo que en la región hay políticas inconexas que no cuentan con un objetivo explícito de impulso a la transición a la economía. Sobre todo, las políticas más vinculadas al desarrollo productivo.
» 2. Empleo y desarrollo de competencias.
Necesitamos completar las políticas horizontales más vinculadas a los temas de educación, infraestructura, innovación, señaló el representante del organismo internacional.
» 3. Protección social
Sin derechos laborales no hay empleo formal, explicó. En América Latina existe una “tremenda heterogeneidad” en estas temáticas, por lo que no existen soluciones instantáneas ni rutas únicas hacia la formalidad.
“Y, por supuesto, para formalizar hay que incluir, hay que dialogar y hay que mostrar resultados”.
» 4. Cumplimiento, sanciones e incentivos
Las políticas de protección social son necesarias y que se fortalezca la capacidad de los gobiernos para hacer las intervenciones y las políticas más vinculadas al reconocimiento y cumplimiento de los derechos laborales, y a eso se suman los temas de más incentivos, “cuando eso suceda consideramos que estaríamos en un proceso real de transición a la economía formal, expuso.
Informalidad, un problema estructural en Latam
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) señaló que la informalidad es una situación que supera el 70% de la mayoría de los países de América Latina.
Bolivia es el país con una mayor tasa, con 80% de su población trabajadora. Mientras que Chile y Uruguay, son las naciones con los porcentajes más bajos de la región, aproximadamente 24 por ciento.
El organismo internacional reveló que tres de cada cuatro trabajadores informales en la región trabajan por cuenta propia y en empresas de menor tamaño.
Además, existe una brecha entre la tasa de informalidad rural, que llega a 75.4 %, y la urbana, que es de 44%, y las ramas de actividad con mayor empleo formal son la agropecuaria, que comprende a ocho de cada diez trabajadores, y la construcción, donde alcanza a siete de cada diez trabajadores.
La OIT alertó que los trabajadores informales tienen entre tres y cuatro veces más probabilidades de ser pobres en comparación con los trabajadores formales.
https://www.eleconomista.com.mx/capitalhumano/Forlac-2.0-la-apuesta-de-la-OIT-para-reducir-la-informalidad-en-Latam-20240718-0116.html