México se compromete a sancionar jornadas laborales extensas en el marco del T-MEC

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En el marco del T-MEC, que este mes cumplió cuatro años, México se comprometió a erradicar el trabajo forzoso luego de una exigencia de igualdad laboral en las negociaciones del tratado.

Las presiones de Estados Unidos han influido en reformas laborales como nunca en estos últimos seis años, y la tipificación de las jornadas de trabajo extensas como delito de explotación laboral, refuerza esto compromisos.

Marcela Calderón, socia de Seguridad Social y Servicios Fiscales en Remuneraciones de KPMG México, menciona que el trabajo forzoso y el trabajo infantil han sido problemas persistentes en la nación, y las medidas impulsadas por el T-MEC son pasos para abordar estos retos.

La agenda laboral con las reformas y políticas públicas, como el incremento de salario mínimo, la regulación de la subcontratación (outsourcing) y las sanciones por jornadas de trabajo superiores a la ley, son ejemplos de cómo México está respondiendo a estas obligaciones internacionales para fortalecer la protección de los derechos, reducir la informalidad y prácticas abusivas.

En ese sentido, la especialista puntualiza que con el tratado comercial se estableció un capítulo laboral -anexos 23 y 23-A- para garantizar la protección de derechos laborales, eso contempla la eliminación del trabajo forzoso.

Los anexos 23 y 23-A obligan a México a establecer regulaciones que promuevan el trabajo digno, que incluye: seguridad social, no discriminación, y mejores salarios. Además, abordan la erradicación de prácticas de trabajo forzoso e infantil.

“Es una ley de carácter penal que incluye la explotación laboral. En el país ha generado algunos cuestionamientos debido a sus previsiones, especialmente porque contempla temas como jornadas extraordinarias fuera de los márgenes legales”, añade Marcela Calderón.

En junio entraron en vigor las modificaciones a la Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.

Con esta reforma, las jornadas de trabajo que exceden los límites legales, ya pueden ser consideradas como explotación laboral.

ANTECEDENTES DE LA ERRADICACIÓN DE TRABAJO FORZOSO

En 2012 se incorporó el concepto de trabajo digno a la Ley Federal del Trabajo (LFT) con el propósito de reconocer y garantizar las condiciones adecuadas en toda relación de trabajo.

Eso fue un parteaguas para la ola de cambios que siguieron. “Los anexos 23 y 23-A tienen un enfoque que fortalece la regulación efectiva en cuestiones de prácticas laborales”, dice Marcela Calderón.

Según el Gobierno de México el objetivo de reconocer el trabajo digno como un derecho fue “propiciar que las normas laborales dispongan que los trabajadores cuenten con un empleo con prestaciones y acceso a la seguridad social”.

Jimena Sánchez Argoytia, socia fundadora de Employment Legal Aid, explica que los antecedentes de la reforma que reconoce las jornadas extensas como explotación laboral se remontan a 1930, cuando la Organización Internacional (OIT) celebró un convenio para eliminar el trabajo forzoso, el cual fue ratificado por México desde ese entonces.

“A casi 100 años de este dictamen, como parte de las medidas adoptadas, se busca capacitar y proteger a los trabajadores de tiempo excesivo laboral. Se establece una sanción por jornadas laborales excesivas, según la Ley Federal del Trabajo. Es clave evitar horas extras injustificadas”, añadió Argoytia.

Los compromisos asumidos en el capítulo laboral del T-MEC han impactado los derechos laborales en México, desde un incremento histórico del salario mínimo hasta la reforma de subcontratación (outsourcing), el país azteca ha tenido que ajustar su legislación para alinearse con estos estándares.

“Por ejemplo, la reforma de subcontratación de 2021 buscó formalizar el empleo y asegurar que los trabajadores tengan seguridad social. También se han implementado protocolos de igualdad y líneas de denuncia de acoso laboral, fortaleciendo la protección de los derechos laborales” expone Marcela Calderón.

IMPACTO EN LAS EMPRESAS

Para la especialista, las empresas en México tienen que reconfigurar sus prácticas, especialmente en temas de subcontratación y tiempo extra, ya que después del T-MEC, hay una mayor vigilancia en la formalidad de la contratación y en la distribución de las jornadas laborales.

“Las sanciones han llevado a que las empresas evalúen y ajusten sus mecanismos de control para cumplir con las nuevas regulaciones”.

Uno de los principales retos del mercado laboral es la naturaleza de ciertas actividades que requieren jornadas extendidas, por lo que fortalecer controles adecuados y garantizar el descanso de los trabajadores son los principales retos.

Marcela Calderón subraya que es fundamental que se respeten los márgenes legales y se ofrezcan condiciones laborales justas, evitando que el tiempo extra se convierta en una práctica abusiva.

“Espero que la legislación siga fortaleciendo el marco jurídico y que las autoridades encargadas de las inspecciones identifiquen y aborden las problemáticas laborales de manera efectiva. El diálogo social y un análisis profundo de las condiciones laborales en las empresas serán claves para seguir avanzando”, añade Calderón.

Por lo tanto, las disposiciones del T-MEC pueden considerarse como una respuesta a la necesidad de México de alinear su legislación laboral con estándares internacionales y rectificar deficiencias históricas en la protección de los derechos de los trabajadores.

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